La importancia de no hablar con ligereza
Reglas de San Benito
y de los monjes
1 Hagamos
lo que dice el profeta: Yo me dije:..... OBSERVARÉ mi proceder
para que no se me vaya la lengua, pondré una mordaza a mi boca. Guardé silencio
respetuosamente, no hablé con ligereza.
2 Aquí
nos enseña el profeta que, si por amor al silencio se pueden evitar incluso
conversaciones buenas, con cuánta más razón podemos abstenernos de hablar
mal... por la angustia que viene producto del
error.
3 Por
tanto, dada la importancia el aprendizaje del silencio, sugerimos a
los discípulos imperfectos no hablar, temporalmente durante el entrenamiento aun
cuando se trate de cosas buenas, santas y edificantes.
4 Está
escrito:Hablando mucho o hablando poco no evitarás el error.
5 Y
en otro lugar: Muerte y vida están en poder de la lengua.
6 Pues
hablar y enseñar con humildad corresponde al maestro imperfecto y observar
callar y escuchar le toca al aprendiz imperfecto.
7 Por
eso, si hay que pedir algo al humilde maestro imperfecto, pida con toda
humildad y respetuosa convicción.
8 En
cuanto a la burla soez, la cháchara inútil y la bufonada las SUSPENDEMOS siempre
y en todo lugar, y sugerimos que el aprendiz imperfecto no abra la boca para
tales expresiones.